jueves, 24 de julio de 2008

ABOUT ROCK. El guitarrista.

Para ser un guitarrista de rock no sólo hay que serlo, sino también, parecerlo. Pero lo llamativo es que parecerlo es automáticamente serlo; de eso se trata, de parecerlo y listo.

Es guitarrista de rock; quien puede demostrar a una determinada comunidad, que es un guitarrista de rock, nada más. No es imprescindible, ser músico o demostrar amplio dominio del instrumento o en algunos casos, hasta no es imprescindible saber tocar.

De esta forma el rock logra resolver la dicotomía ente ser y parecer. Es, quien lo parece, o mejor dicho és quien se cree que és y logra convencer a su entorno. El desparpajo del rock permite semejante exceso.

Pero no se entusiasmen mucho futuros guitarristas, de todos modos la tarea de convertirse en guitarrista de rock no es nada sencilla.

Desde que el rock es rock, es decir desde su aparición en el espacio de los consumos culturales, el aspecto primordial y saliente de los guitarristas, junto con su música, fue su icónica imagen.

Esta afirmación quizás pueda parecer exagerada, pero la historia así lo dictamina. Debemos recordar que la revolución que significó el rock fue llevada a cabo por jóvenes, blancos y en gran parte de clase media. Esto fue justamente lo que posibilitó a ritmos musicales, que ya venían siendo tocados por negros norteamericanos hace algún tiempo, lograr una repentina aceptación y masividad.

Más allá de tener que recurrir a esta argumentación de tipo histórico, no hace falta más que preguntar a cualquier consumidor de rock, qué fue lo que le atrajo de las primeras bandas que ganaron su atención. No nos podemos hacer los distraídos en este punto, la imagen jugó un papel decisivo. Esto, lejos de hablar mal del rock, lo enriquece, estamos hablando de una manifestación artística donde la música es un elemento más.

Así las cosas, en la imagen del guitarrista no existe elemento librado al azar, todo, hasta el más pequeño movimiento es parte integrante de su propuesta artística.

Todo importa, todo expresa, cada cosa, cada detalle es un elemento cargado de significación; el tipo, marca y color de la guitarra, la manera de empuñar el instrumento, el largo de la correa y por supuesto los movimientos corporales realizados para la ejecución. Es de vital importancia la fisonomía y expresión del rostro, pero el capitulo aparte se lo llevan el vestuario y el peinado. Estos dos últimos elementos son tan influyentes que en algunas bandas famosas fueron más importantes que la música,

También en este caso, lejos estamos de hablar mal de esas bandas, combinaron de determinada manera los elementos de significación disponibles y en algunos casos llegaron al generar arte desde ese lugar.

La decodificación es completa, ver a un guitarrista de rock desplegar su oficio con arte, produce justamente eso, el contacto pleno con el arte. Aquí considero necesario mencionar, y sólo mencionar, dos elementos necesarios e imprescindibles para que el guitarrista o cualquier otro integrante de una banda de rock logre imponer su propuesta: El desparpajo y la arrogancia; dejaremos el desarrollo de estos dos elementos para orto capítulo.

Es decir, un guitarrista de rock, mas allá de tener en cuenta todos los elementos que acabo de mencionar, aparte toca, hace música y en algunos casos la música lograda es sencillamente genial. Llegando a este punto es donde entiendo a los griegos cuando inventaron la instancia de Semidiós; sienten y viven como humanos pero tienen características divinas y muchas veces son los que nos marcan el camino.