VIRGEN DE BARRIO.

En la película "Napoleon Dinamita", Pedro Sanchez, un latino entre calmo y resignado, no adaptado del todo, se postula para ser representante de los estudiantes de un establecimiento educativo en Idaho, USA. Entre sus escasas propuestas proselitistas se encuentra la de poner imágenes de santos en las galerias para que "los proteja y les dé buena suerte". Planteado en esos términos y en ese contexto, tal acción no parece molestar a nadie, por lo menos así lo pensé en su momento, quizás influenciado por la sensibilidad que transmite el film.

Bueno, eso fué en su momento, porque hace dos días al entrar a mi barrio me percaté que habían colocado en el Boulevard de entrada una horripilante especie de escultura de una "virgen en yeso", me sentí invadido y dije por qué hacen eso ?.

La cosmovisión imperante otra vez marcando terreno y ocupando espacios públicos, los extorsionadores del miedo y la culpa, atacando de nuevo. Otra imágen, con todo el poder que tienen, a pesar de su fealdad o quizás por ella, está ahí para recordar a todos que son pecadores de nacimiento y que la senda del mal está muy cerca, pero a su vez también está ahí para que puedan arrepentirse y pedir perdón. A esa imágen y a la de su hijo le debemos todo y nunca seremos lo suficientemente buenos como ellos se merecen que seamos. Todo servido para aquel que quiera manipular y disciplinar.

O quizás, los que pusieron esa"Virgen de Yeso" sólo querían que nos protegiera y nos trajera buena suerte.